Que difícil es encontrar un camino.
A veces te sientes pesado, sin ganas de nada, con un peso en el estomago
No tienes mucha motivación por lo que te rodea.
A veces no tienes ganas de salir a ver cosas, no tienes motivación por conocer a gente nueva.
A veces pierdes las ganas, o pierdes la curiosidad.
A veces te das cuenta de que tienes que descansar, tienes que dejar de pensar tanto, tienes que respirar, respira.
Ese nudo en el estomago es la presión a la que te sometes.
Déjalo, relájate, suéltate.
Date un respiro.
No te castigues.
Permítete ser, permítete vivir, relájate.
Siente. Siente. Siente.
Mírate a dentro, llora si hace falta, descansa de tanto nervio, tanta ansiedad.
Deja de pensar en lo que viene, lo que fue.
Deja de pensar en lo que piensas que eres, lo que crees ser.
Deja de compararte, no te compares, deja de negativizar todo, dale la vuelta, la vida es corta, ve lo positivo de lo que te pase.
Tú solo puedes darle la vuelta a esto.
¿Qué hay de malo en estar perdido? ¿Acaso eres el único?
Seguramente pienses que no, pero crees que lo tuyo es peor.
No, es normal, es lo más normal del mundo.
Relájate, respira de nuevo.
Estás aquí para disfrutar, disfrutar cada momento, disfrutar cada instante con tu familia y amigos, con los que quieres.
Párate a mirarles, a sentirles, dile lo mucho que les quieres, abrázales, bésales.
Aprovecha que esto no es para siempre.
De verdad… ¿merece la pena pasar todo ese tiempo así?
Pues ve, levántate del sofá, sal a hacer cosas, haz lo que te gusta, emplea tiempo en hacer lo que te gusta, no te pongas excusas.
Hazlo, da ese primer paso tu, ponte en marcha, no lo dejes pasar, aprovecha el momento.
Hazlo por pasión.
Hazlo por algo que te llene, algo que te motive, olvida lo demás.
Haz algo que te salga de dentro, haz algo que te nazca, de lo que te sientas orgulloso.
Crea.
Sueña.
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